Internacional

De mitos a realidades

Escrito por: Antony Cordova, Yerko Hinostroza y Erickson Sanchez

Editado por: Leonidas Arteaga

“Hoy un ciudadano griego llamado Nicodemus Karaiskakis se levanta para ir a trabajar, como cualquier otro día, enciende su auto, se dirige hacia la compañía donde ha estado trabajando los últimos 30 años y, en el camino, ve que hay más mendigos en las calles pidiendo limosna y más jóvenes en las calles sin empleo haciendo protestas reclamando un Estado de Bienestar frente a un Estado real de malestar. “Típico”, comenta, no le llama la atención y sigue. Llega a su centro de trabajo y recibe la penosa noticia de que esta despedido. Asimismo, el seguro de desempleo provisto por el Estado ya no existe más y a sus 67 años deberá seguir trabajando hasta los 75 para poder recibir una pensión. Por desgracia la crisis económica que vive su país aumentó la tasa de desempleo y por su edad le es prácticamente imposible conseguir un trabajo. Bajo este escenario entre la bancarrota y no tener salida, sería el suicidio la única forma de alivio o escape. Al parecer lo es y eso hace.

Este es el típico caso de un ciudadano griego que sin importar la edad está desamparado por un Estado con gruesos problemas económicos, políticos y sociales, declarado en bancarrota y que no encuentra la salida o no ve la luz. Por lo pronto, la única solución viable suma al Estado y a la población de clase media, la más afectada,  en el “Limbo”, en la miseria y el abandono. Qué penosa realidad, y que gran castigo.  Al parecer  los analistas económicos hablan de políticas y planes para salvar al Estado griego y la golpeada zona euro pero se olvidan de lo más delicado del tema, los ciudadanos. Ciudadonos que se ven afectados producto de las malas políticas aplicadas y cuyos líderes al parecer no son lo suficientemente capaces para elaborar sus proyecciones y planificaciones de salvaguarda.

Mucho se puede haber dicho o puede haber escuchado acerca de la crisis que viene atravesando Europa, la cual fue originada principalmente por los PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) y en mayor medida por el incumplimiento de pago de los bonos soberanos del Estado Griego que con una deuda abismal, viéndola en términos reales imposible de pagar, pone en jaque tanto a la zona euro, los bancos centrales y los demás acreedores de los bonos griegos. Con todo esto, ¿Existe una solución sustentable y sostenible, o es que acaso se puede anticipar el fin del Euro como moneda única en Europa?

Cuidado con la infección

La deuda soberana emitida por el Estado Griego compromete principalmente a los países centrales de la zona Euro, sus bancos centrales y otras entidades bancarias internacionales quienes son los “beneficiarios” de los bonos soberanos griegos, es decir, a aquellos que adquirieron los bonos a costas de recibir un rendimiento a futuro. Entonces, ¿Qué sucedería si el Estado Griego declara impagos sus bonos? Los acreedores dejarían de percibir el rendimiento de estos por lo que se verían en un grave problema que afectaría su sistema financiero, por el grueso y el tamaño de la deuda. A esto se le suma el hecho de que estos países, junto con otros nueve países de Europa forman la zona Euro, compartiendo un mismo tipo de moneda que, sin embargo, se rige con distintas políticas económicas y fiscales, craso error que hoy paga la eurozona.

Es alarmante lo que ocurre en Europa y el hecho de que la crisis griega no solo podría afectar a los países centrales de la zona Euro como Italia, sino también a los países periféricos como Portugal y España. ¿Por qué? Tanto Portugal como España han cometido el mismo error que Grecia: “Gano muy poco, sin embargo, gasto demasiado”. El grado de deuda que tienen estos países es similar al que tiene Grecia, no tienen crecimiento y no existen mayores ingresos para hacer frente al vencimiento de sus pagos. La respuesta de estos países ha sido salir a dar tranquilidad al mercado y a sus acreedores aplicando políticas restrictivas del gasto publico, es decir, implementar un plan de austeridad en donde el Estado reduce los beneficios sociales y el gasto en entidades públicas como también su posible privatización, esto para dar calma y mitigar de alguna forma el nivel de gasto que han tenido los últimos años.

Too big to fail: buscando una razón del desastre

Las calificadoras de riesgo más reconocidas a nivel global degradaron la clasificación de los bonos griegos hasta colocarlos en el rango de “basura”. Por otra parte, para evitar el colapso de la economía griega y reducir la vulnerabilidad del sistema económico europeo, el Fondo Monetario Internacional y la UE han tenido que intervenir con un rescate monetario superando los 100000 millones de euros. Apenas fue conocida esta situación aparecieron diversas posiciones las cuales han tratado de explicar las causas principales por las que Grecia ha podido llegar a este escenario. Parte de las conclusiones más generales fueron reflejadas bajo contextos económicos como las disparidades entre las diversas economías de las naciones que conformaban la euro Zona como la disparidad de la moneda, así como las distintas políticas económicas aplicadas en cada Estado las cuales no concertaban en un punto en común. Todas estas explicaciones tienen validez, no obstante, hay que tener en cuenta la misma responsabilidad que deben tener los mismos Gobiernos frente a sus acciones. Si bien se mencionan problemas de déficits desde finales del siglo anterior, se tomaran los acontecimientos recientes más resaltantes que contribuirán a una mejor explicación del tema.

El escenario con un déficit alto no es un tema nuevo en este país. En el año 1993 el país Heleno llego a presentar  un déficit  del 13{82a5fdf97087ea38bf007975acd4e3b75849bed844b429893e97f51aee4a32bb}.

Hasta mediados del año 2009 todo marchaba aparentemente sin ningún problema ante los ojos de la opinión pública. Posteriormente, con las nuevas elecciones fue sucedido el líder del partido demócrata Kontastinos Karamanlis por el nuevo Gobierno comandado por Yorgos Papandréu el 6 de octubre de ese mismo año producto de un grupo de sucesos que daban por sentada a la crisis económica. Fue así que el nuevo Gobierno encontró que las cifras oficiales presentadas no eran las reales. A sabiendas de la situación, el 12 de enero del siguiente año la Comisión Europea acusó a Grecia de haber falsificado sus cuentas. Producto de esta noticia se advierte que el déficit griego tenía un alto potencial de causar un gran daño a la eurozona.

Lo hecho guarda concordancia con los requerimientos que deben cumplir los países que deseen formar parte de la UE al cumplir el acuerdo de  Maastricht en el cual les corresponde mantener un déficit por debajo del 3{82a5fdf97087ea38bf007975acd4e3b75849bed844b429893e97f51aee4a32bb} y una deuda no mayor al 60{82a5fdf97087ea38bf007975acd4e3b75849bed844b429893e97f51aee4a32bb} del PIB, factor que Grecia no podía cumplir por sus altos índices de deuda que poseía debido a factores relacionados con la mala gestión presupuestaria por parte de los gobiernos anteriores permitiendo distintos escenarios de evasión fiscal así como el despilfarro del dinero del Estado. Fue en este contexto que los funcionarios griegos conocían de su situación y  no sabían cómo solucionarlo por lo que confiaron en que al integrarse a la UE  podían tener mayores posibilidades de poder salir de su mala situación financiera la cual iba empeorando cada vez más con el paso de los años, en otras palabras, serian rescatados.  Este escenario irresponsable puede ser comparado con lo sucedido hace 3 años en los EE.UU por los grandes bancos de inversión como Lehman Brothers o Goldman Sachs los cuales sabían que sus actividades corrían un riesgo demasiado alto pero confiaban en el rescate del Gobierno americano porque sabían que eran (en inglés) “Too big to fail” o demasiado grandes para caer.

Trabajos Confidenciales

Se ha revelado también que en el año 2002 Goldman Sachs y Merrill Linch ayudaron al Gobierno Griego a “maquillar” parte de su enorme deuda. Esto se logró a través de un swap de divisas por medio de tasas de cambio. Dichas operaciones son llamadas cross-currency swaps en los que se cambió la deuda pública emitida en dólares y yenes por euros durante un periodo determinado para que estas puedan ser cambiadas en una fecha posterior. En otras palabras, los gobiernos en general obtienen fondos de inversores de cualquier parte del mundo mediante la emisión de bonos ya sean estos en yenes, dólares, francos, etc, cuando realmente estos necesitan de euros para poder pagar sus cuentas diarias. Posteriormente dichos bonos son pagados nuevamente en las denominaciones  extranjeras originales a las que fueron emitidas, siendo esta una actividad común. Pero en el caso de Grecia, tanto Goldman Sachs como Merrill Linch, idearon un tipo especial de intercambio con un tipo de cambio “ficción” lo cual le permitió a Grecia recibir una suma mucho mayor a comparación del valor regular de los euros en el mercado regular. De esta manera, estos bancos pudieron proveer a Grecia en “secreto”  un crédito adicional de hasta mil millones de dólares.

Este tipo de actividades no pudieron ser demostrados estadísticamente en las deudas de Grecia, lo que significó claramente una forma de evadir los criterios del acuerdo de Maastrich mencionado anteriormente. Frente a esto, el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, ha señalado que tiene motivos para no confiar en los datos aportados por Grecia señalando que para la Comisión Europea “el sistema actual no garantiza la independencia, integridad y responsabilidad de las autoridades nacionales de estadística».

Deudocracia

El término “Deudocracia” no es parte de nuestra inventiva, fue utilizado por Katerina Kitidi y Aris Hatzistefanou en un documental que lleva por título dicha palabra. Nos invita a pensar en un Gobierno guiado por una descontrolada deuda, donde no hay un Estado que atienda sustentablemente las demandas de la población. Consecuencia de ello, se puso en manos de otras entidades como el FMI, el BCE y la UE, quienes sostienen doctrinas neoliberales para afrontar la crisis, las cuales hasta el momento no han hecho más que acrecentar los problemas sociales, la violencia y han deteriorado la gobernabilidad de un Estado que aparentemente se muestra tenue frente a esto.

Vea el video: Deudocracia

La crisis griega es similar a la que sufrió Argentina en el 2001, sobre todo por la solución que se está aplicando, la cual proviene de organismos muy poderosos. El FMI a través de paquetes de rescate y recomendaciones de corte neoliberalista solo ha contribuido a que los acreedores de la deuda y los bancos salgan a flote, pero esto lo hacen a costa de una perdida de gobernabilidad, ya que se están eliminando los principios básicos de la democracia. En esta línea también actúan la UE y el BCE que pretenden que la población pague la crisis financiera que fue transferida al Estado y ahora causa estragos en lo ciudadanos.

El avisado “Efecto Dominó” está cerca. Grecia aparentemente no está en la capacidad fiscal de salir de esta crisis con facilidad, ya que no cuenta con un marco fiscal que respalde la moneda; asimismo, no cuenta con sistemas de ajuste tributarios y los existentes no se aplican. A esto hay que acompañar la violencia que se ha desatado en Atenas y ciudades importantes como reclamo por parte de la sociedad civil. Los que están saliendo a flote son algunos bancos y acreedores que de acuerdo al sistema imperante son los primeros en salvarse, sin embargo, si observamos con más detalle, está quedando un Estado fragmentado con una tradición de prestatario y con la incapacidad de solucionar los problemas que aquejan a la sociedad por lo que estaríamos hablando también de una crisis ética por las decisiones que se han tomado en el Gobierno para ocultar el gran déficit fiscal; y por la corrupción, la cual se ha convertido en una práctica constante dentro de las esferas burocráticas. También es una crisis cívica, pues se han encontrado múltiples casos de fraude en los sectores más adinerados de la sociedad griega, los cuales evaden impuestos y tienen atrasadas múltiples multas.

¿Volver a confiar?

La confianza es un elemento imprescindible pero a la vez muy frágil en los mercados financieros y esta se erosiona rápidamente cuando se perciben este tipo de situaciones como la de Grecia y  todo el mundo. Es por eso que ahora el país Heleno inspira desconfianza entre los miembros de la UE el cual fue reportado mediante la denuncia pública realizada por la Comisión Europea. En ese sentido, queda la interrogante abierta frente al conjunto de inversiones que deseen apostar a futuro por este país el cual ha defraudado sus expectativas. Tal vez tendrán que pasar años para que el proceso pueda revertirse y poder lograr estabilidad la cual es cada vez más es incierta con cada crisis económica que se pueda presentar en el futuro.

Los daños causados tomaran tiempo en saldarse, pero no todo es tan malo. Una vez que se toque fondo y logren asimilar que las  políticas impuestas hasta ahora no han tenido buenos resultados, esperemos que se empiece a cambiar de mentalidad así como la moral de las personas encargadas de hacer cumplir las reglas si es que quieren asegurar el futuro de un sistema de mercados interdependientes y transparentes. Por otro lado, no se debe dejar de lado a lo más sensible: las personas, quienes son los que más padecen de los estragos de los juegos en el poder y que esperan recuperar la promesa de un Estado de Bienestar.

2 thoughts on “De mitos a realidades

  1. hubo un tiempo muy lejano en el que yo pensaba que eran irresponsabilidades pero son solo resultado de la lucha entre la ética y el individualismo darwiniano.

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