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¿Cómo es la experiencia de participar en un bootcamp del MIT?

¿Cómo es el proceso de postulación y admisión a un bootcamp del MIT? ¿Qué experiencias llegas a vivir y aprender? ¿Qué es lo más difícil y valioso? Estas y otras preguntas fueron respondidas en la charla “Mi aprendizaje y experiencias en el MIT Entrepreneurship Bootcamp 2018” organizada por Gestión Alumni de la Facultad de Gestión y Alta Dirección de la Pontificia Universidad Católica del Perú en las instalaciones de Co-Labora Coworking.

Los panelistas fueron Clarissa Victorio, Laura Zúñiga y Erwin Salas, participantes de dicho programa, realizado del 28 de julio al 3 de agosto del 2018 en Río de Janeiro, Brasil.

1. La selección es muy exigente

Clarissa Victorio, expositora principal de la charla, explicó que la exigencia comienza desde la admisión. En la convocatoria del bootcamp del MIT llegaron a más 6000 solicitudes de 40 países, de los cuales solamente se aceptaron a 122 postulantes. Ello significa una tasa de aceptación entre 2 y 3{82a5fdf97087ea38bf007975acd4e3b75849bed844b429893e97f51aee4a32bb}. Todos los admitidos son expertos en sus especialidades.

El proceso de admisión se realiza en http://bootcamp.mit.edu/, en donde debes seleccionar el área de tu interés, (como innovación, emprendimiento, inteligencia artificial, etc.) y emitir la información solicitada. El principal paso es elaborar un vídeo en inglés expliques quién eres tú, el proyecto que quieres realizar, demostrar tu pensamiento crítico, tus aportes a la comunidad emprendimiento de tu país y cómo vas a transmitir tu conocimiento y experiencia una vez finalizado el programa.

La segunda etapa es una entrevista online en inglés, en el cual debe responder preguntas que en su mayoría son difíciles, que apelan a tu pensamiento crítico y en corto tiempo. Clarisa citó algunas preguntas como “cuéntame de los proyectos que has realizado y en el que asumiste riesgos calculados», “cuéntanos qué proyectos fracasaste o no pudiste realizar y por qué”, y “cómo financiarlas tu viaje y el pago inversión del bootcamp”.

2. Una vez adentro del bootcamp, la exigencia aumenta

El bootcamp del MIT es sumamente exigente, te dejan trabajos para un día lo que en el Perú nos dan cuatro meses”, señaló enfáticamente Clarissa Victorio. “Apenas puedes dormir tres a cuatro horas al día, porque la cantidad de conocimiento, trabajos y tareas era enorme y la hora límite de entrega eran las 3 a.m. Ello sacaba lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Fue esa competencia la que hizo que sacáramos lo mejor de nosotros, incluso cuando pensábamos que no teníamos el talento”, señaló Clarissa.

Otra lección que aprendimos es que disciplina e innovación no son excluyentes. En el programa tuvimos que ser disciplinados para aprender, investigar, presentar nuestras ideas, trabajar, y exponer nuestros proyectos, expuso Erwin Salas.

3. El pensamiento crítico es llevado al máximo nivel posible

En las sesiones del bootcamp, las discusiones, argumentaciones y análisis no se quedan con la primera o segunda idea, sino que llegan al fondo del asunto. Los participantes aprenden en el bootcamp que no hay distinción entre teoría y práctica y por ello todas las decisiones se toman previa investigación.

“Por ejemplo, en cada día se seleccionaba a una persona distinta como CEO, de tal manera que todos pasemos por esa responsabilidad. Cuando le tocaba ser CEO, eras responsable de administrar los tiempos, señalar las metas del día, reportar a los mentores y dirigir las discusiones”, señaló Clarissa Victorio.

4. Aprenderás a interactuar con gentes de diferentes culturas

Los miembros del equipo provenían de diversos países, explicó Victorio. “En mi grupo había un chico de Palestina, otro venía de Londres, otro de Estados Unidos, y uno de Chile”, señaló. Ello convertía al inglés en el idioma que todos debían emplear para comunicarse de una manera súper veloz en el bootcamp del MIT”.

Las diferencias culturales y profesionales cuando tratas con los demás también es importante. “Por ejemplo, en uno de los grupos había un muchacho sudafricano que en un momento determinado se quebró y comenzó a llorar. Cuando analizamos la situación, nos dimos cuenta que en su país era una falta grave de respeto interrumpir a una persona, lo cual no ocurre en Latinoamérica. Apenas supimos esto, ambos nos esforzamos lo suficiente para comunicarnos con mayor empatía y superar la situación”, explicó. “También tratamos con personas que eran intransigentes y que era difícil ser convencidas. Tuvimos que esforzarnos bastante en comprendernos mutuamente y llegar a un acuerdo común para qué los proyectos y el Boot Camp avanzaran», también señalaron los expositores.

5. El reto más emocionante es aplicar lo aprendido en tus propios proyectos

Los expositores concluyeron que lo más emocionante es aplicar los conocimientos en sus propios proyectos de emprendimiento. “Lo más importante es que en la experiencia conoces a gente dispuesta a lanzarte contigo, a arriesgar. Cuando regresas, tu vida cotidiana continúa, pero las ideas tienen todos los días», señaló Laura.

Por otra parte, Clarissa animó a los presentes a emprender, ya sea como independientes o como miembros de una corporación. “Busca en Computrabajo y verás que se están incrementados las oportunidades laborales en innovación en las empresas de banca y retail. Los laboratorios comprenden que deben tener flexibilidad con ellos, no contratarlos bajo un horario de oficina sino por proyectos. El número de ‘nuevos perfiles’ está aumentando, por ello aprovechen la oportunidad”.

Panelistas

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