Innovación y Emprendimiento

El Poder de la Iniciativa Social

Escrito por: Veralina Tremolada

http://www.noviasalcedo.es/es/menu,innovacion-social-en-nsf/

Hace unas semanas,  Germán Alarco Tosoni, presidente del CEPLAN, explicó que elaborar el Plan Estratégico Nacional al 2050 es necesario para ir  proyectando los desafíos y problemas que el Perú encontrará en los próximos años, en su rumbo hacia el desarrollo; sin embargo, después de leer los objetivos que se buscan cumplir y de revisar el Plan Bicentenario -el cual, según Agustín Haya de la Torre, solo se podrá llevar a cabo siempre que  el país logre mantener un ritmo de crecimiento económico sostenido, como en los últimos años-, cabe preguntar lo siguiente: ¿realmente estamos tomando el camino adecuado? Se busca planear con anticipación, lo cual es pertinente para trazar el rumbo a seguir, no obstante es necesario tomar medidas viables en el presente que permitan cumplir tan ansiadas metas, las cuales tienen a la realidad peruana como sustento. Pero, lo difícil no es saber qué hacer, sino cómo hacerlo, y es exactamente de esto último de lo que adolecen tales planes, los cuales deberían guiar y aclarar el desarrollo de las políticas públicas, mas si no lo hacen, terminan quedándose “en papel” ¿Qué acaso lo que buscábamos no era ahorrar este pensando en la sostenibilidad de los recursos?

http://proconcil.blogspot.com/2011/05/movimiento-hacia-la-innovacion-social.html

Por ello, sería interesante incluir dentro de estos planes distintas formas de hacerle frente a los desafíos que se presentan en un país en vías de desarrollo como el Perú. Una alternativa para esto es la innovación social, la cual se refiere a todas las estrategias, conceptos, ideas y organizaciones que tratan de cubrir necesidades de todo tipo, desde el desarrollo económico de una comunidad, la educación o la sanidad que reciban los miembros de una sociedad, hasta cualquier otra iniciativa de acción social o medioambiental. En definitiva, la innovación social pretende diseñar e implementar mejores maneras de cubrir necesidades sociales, sea de forma completamente nueva o realizando combinaciones de elementos existentes para obtener resultados nuevos. Y para esto se necesita del sujeto de la innovación, quien en el campo social, es el que muchas veces se enfrenta a dificultades para satisfacer sus necesidades básicas y el que padece de exclusión, al no tener oportunidades pero sí serias dificultades para ejercer sus derechos. Para superar esta condición de exclusión, más allá de esperar un Estado que cumpla sus roles a cabalidad, el sujeto debe ser el que impulse su propia transformación, luchando así por su desarrollo autónomo. Así, al igual que un empresario de éxito, este sujeto de la innovación es ingenioso, pragmático y oportunista. Sin embargo, no considera el beneficio económico como un fin, sino como un medio de generación de recursos al servicio de una causa social determinada: la reducción de la pobreza, la mejora de la salud o la educación, la justicia social o la igualdad de oportunidades.

Sostenibilidad ante todo

Es imposible negar la difusión del término sostenibilidad en el vocabulario de la gestión actual, es por ello que es necesario encontrar un modelo de organización social y económica global que sea, ante todo, sostenible. La innovación social se presenta como una atractiva solución perdurable y sostenible para los problemas que presenta la realidad socioeconómica global: la protección contra el cambio climático y la escasez de recursos; la lucha contra la pobreza y la desigualdad social; la seguridad ante desastres naturales y epidemias; el derecho a la cobertura social en el marco del envejecimiento de la población; la mejora de las infraestructuras y las comunicaciones; y, en definitiva, el imperativo del crecimiento sostenible.

Actualmente, se busca un profundo cambio de mentalidad a favor de la llamada globalización inteligente. «Nuestro reto común consiste en aprovechar la energía creativa y dirigirla hacia el progreso sostenible en las comunidades alrededor del mundo. Nuestros esfuerzos comunes deben servir para asegurar que, mientras las condiciones económicas mejoran, las personas más vulnerables del mundo puedan acceder a herramientas y técnicas, ideas e innovaciones, estrategias y soluciones para construir un futuro mejor. Esto es lo que llamamos «globalización inteligente» […]».

Si la globalización inteligente es el objetivo, la innovación social es el método. La innovación es un proceso que, aunque ha sido tradicionalmente asociado a la creación o mejora de productos y servicios, es aplicable a otros aspectos como la reinvención de los procesos de negocio, la creación de nuevos mercados, los cambios en el uso de los canales de distribución, entre otros. Se trata de generar el máximo valor para la sociedad con la menor cantidad de recursos, entendiendo valor como la capacidad para cubrir las carencias de la sociedad en cada momento, unas carencias que, por definición, serán cambiantes a lo largo del tiempo.

El objetivo es poner en marcha un nuevo modelo de organización social y económica, unido de manera intrínseca a valores éticos y al desarrollo sostenible. Para ello, se requieren no sólo profundos cambios estructurales, sino también una eficaz voluntad política y un cambio radical de mentalidad en la sociedad. Lo cierto es que intención no falta, como se puede ver en los proyectos presentados por el Grupo de Apoyo al Sector Rural (Grupo PUCP).

Compartiendo valor

La planificación contemporánea está pensada como la articulación en redes de propósitos y metas que vayan recogiendo y concertando iniciativas públicas y privadas. En ese sentido, el Plan Bicentenario se concibe como un instrumento orientador, flexible, abierto y permanente, que se enriquece en la dinámica social y económica del país. Según el Presidente del Consejo Directivo del CEPLAN: “Si somos capaces hacia el 2021 de concertar las voluntades suficientes para llegar a las metas propuestas y alcanzar así una sociedad más igualitaria y más solidaria de ciudadanos responsables —donde llegar en democracia será un logro sin precedentes—, estaremos en mejor pie para ser un país del primer mundo hacia mediados de siglo”. Si se tiene esta visión estratégica, ¿por qué no se podría aplicar conceptos como el de valor compartido?

El concepto de valor compartido fue presentado por Porter y Kramer en el 2006, donde plantean el vínculo entre ventaja competitiva y responsabilidad social corporativa. En ese sentido, se resalta que la solución para reinventar el capitalismo es ir más allá de la RSE, lo que se traduce en la creación de valor compartido (CSV, por sus siglas en inglés). Estos reconocidos autores señalan que la eficiencia en la economía y el proceso social no son opuestos. Así, el crear valor económico debe también crear valor para la sociedad. En esos términos señalan: “los negocios deben reconectar el éxito de la compañía con el progreso social”.

Existen tres formas principales de crear valor compartido:

  • Repensando productos y mercados: Las empresas pueden satisfacer las necesidades sociales, mientras ofrecen un mejor servicio a los mercados existentes, se abren a nuevos (por ejemplo, base de la pirámide), o reducen los costes a través de la innovación.
  • Redefiniendo la productividad en la cadena de valor: Las empresas pueden mejorar la calidad, cantidad, costo y confiabilidad de los insumos y la distribución y,  al mismo tiempo,  actuar como un buen gestor  de los recursos naturales esenciales e impulsar el desarrollo económico y social.
  • Posibilitando el desarrollo de clusters locales: Para competir y prosperar es necesaria la cooperación en un territorio. Por ejemplo, se necesitan proveedores locales confiables, una infraestructura de funcionamiento de las carreteras y las telecomunicaciones, el acceso al talento, y un sistema jurídico eficaz y previsible.

Enseñanzas innovadoras

Conectando el concepto de valor compartido con la concertación y articulación de iniciativas públicas y privadas se podrían generar grandes beneficios para ambas, logrando así el ansiado valor social. De esta manera, para el diseño de políticas públicas se pueden difundir y desarrollar proyectos como el del Programa Noreste de ProNaturaleza: Experiencia comunitaria para el desarrollo sostenible y la conservación del medio ambiente en la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, el cual fue finalista en el ciclo 2005-2006 en el concurso que forma parte del proyecto Experiencias en innovación social en América Latina y el Caribe. El programa en mención es un modelo de conservación y generación de ingresos que se construye junto con la comunidad y en el que participan también las autoridades gubernamentales. Hoy, gracias a este modelo de desarrollo sostenible, especies en vías de extinción están protegidas y, a su vez, los pobladores de esta reserva se pueden beneficiar de ellas sin exterminarlas, pues han entendido y asumido plenamente el valor que la conservación tiene para ellos mismos. Esta conciencia ha permitido un enorme nivel de compromiso que se refleja claramente en el hecho de que la propia comunidad asume la responsabilidad de la vigilancia en esta amplia región, tarea que sería imposible si intentara ejercerla solo el sector   público.

http://www.afinnova.org/

En este momento, el gran desafío consiste en generar cadenas de comercialización de estos productos, que les permitan asegurar mayores ingresos a los habitantes de estas alejadas zonas de la Amazonía. Es un reto en el que se pueden aprovechar las herramientas que nos brinda la innovación social y donde la activa y decidida participación del Estado es indispensable. 

5 thoughts on “El Poder de la Iniciativa Social

  1. Felicitaciones a la autora del artículo

    Considero su documento un buen acercamiento a la trascendencia del concepto de innovación en la gestión pública y privada.

    Quizá cuando el concepto de valor humano y biocentrismo se estipule como esencial en nuestra forma de convivencia, la lucha contra la pobreza y la desigualdad social; la seguridad ante desastres naturales y epidemias; el derecho a la cobertura social en el marco del envejecimiento de la población; la mejora de las infraestructuras y las comunicaciones; y, en definitiva, el imperativo del crecimiento sostenible… sean solucionados por añadidura.

    Un atento saludo

    1. Gracias David, tu comentario del concepto de valor humano y biocentrismo es preciso para entender el propósito del artículo, y es indispensable que el Estado tome en cuenta esos conceptos para cumplir con su labor.

  2. Muy interesante la publicación. El tema es, sin lugar a dudas, bastante complejo y ha sido muy bien enfocado. Quisiera solo complementar con un poco de experiencia en campo. La generación de planes, modelos, lineamientos, políticas en el Perú tienen una debilidad muy preocupante. Y es que en su mayoría solo representan el criterio de menos del 30{82a5fdf97087ea38bf007975acd4e3b75849bed844b429893e97f51aee4a32bb} de la población, ya sea que cuente con características inclusivas o no. Es decir, actualmente, alinearnos a PDC´s (por ejemplo) es incoherente debido a la casi nula representatividad con que cuentan.

    Eso nos lleva a una gran interrogante. Técnicamente, la planificación parte de las esferas estratégicas, que por lo general están «arriba», esperando luego poder transimitr ello a las esferas operativas o a los de «abajo». ¿Esto por qué? Porque el origen de la planificación estratégica radica en el ámbito empresarial y son los visionarios fundadores los que deben imponer la visión.

    Pero, qué sucede cuando esto se aplica a un país? Pues lamentablemente se pretende hacer lo mismo «de arriba hacia abajo». Hoy en día, la planificación y creación de lineamientos, modelos, políticas en países como el nuestro debe partir de las bases y eso implica algo más que un simple proceso de consulta ciudadana o creación de espacios de participación ciudadana. Más aún considerando que el SUJETO DE LA INNOVACIÓN SOCIAL ha cambiado y ya no es necesariamente en todos los casos el beneficiario, sino más bien el poseedor de conocimientos y experiencias que le dan la suficiente importancia como para percibirlo como socio estratégico. Las técnicas tradicionales de participación ciudadana y consulta previa están basadas en una percepceción de sujeto de la innovación social como simple beneficiario o afectado. Ese es el gran error del modelo pues asume que las masas son como los empleados a quienes debes imponer una cultura organizacional, proveniente de la esfera estratégica o, en el caso peruano, del poder ejecutivo.

    Finalmente, la inclusión del sujeto en la elaboración de un modelo tampoco debiera centrarse en la aprobación simple sobre el destino del dinero, sino también en la forma en como se distribuirá, y los roles estratégicos que este debe asumir.

    1. Gracias por tu intervención Miguel, tienes mucha razón y me parece muy interesante lo referente a aplicar la planificación estratégica de abajo hacia arriba, justamente si pretendemos que este SUJETO DE LA INNOVACIÓN realmente este presente como tal, un Estado en países como el Perú tiene que cambiar esa perspectiva tan cerrada y dejar de copiar modelos, que si bien es cierto nos sirven de referencia, deben ser adaptados a nuestra realidad, para esto se puede aplicar la INNOVACIÓN ABIERTA, siempre y cuando se implante una cultura de la innovación que permita gradualmente conseguir el cambio que de una u otra manera se espera.

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