Standford Research Park (ahora conocido como Silicon Valley) es uno de los ejemplos más emblemáticos de los llamados parques científicos tecnológicos – PCT. En 40 años (1940-1980), se llegó a constituir una empresa cada dos semanas (de las cuales el 75{82a5fdf97087ea38bf007975acd4e3b75849bed844b429893e97f51aee4a32bb} sobrevivió al menos seis años), se creó 25 000 puestos de trabajo anualmente y los ingresos medios familiares llegaron a crecer un 30{82a5fdf97087ea38bf007975acd4e3b75849bed844b429893e97f51aee4a32bb} superior a la media norteamericana. Actualmente, Silicon Valley es uno de los lugares con la mayor intensidad en actividad innovadora a nivel mundial.
Figura 1: Mapa ilustrado de Silicon Valley
Los PCT son uno de los modelos más usados para impulsar la innovación y fomentar el crecimiento regional basado en el conocimiento. No existe una definición globalmente aceptada, pero según la literatura sobre el tema, se puede resaltar cuatro aspectos importantes que caracterizan a un parque de este tipo (Cendoya, 2014):
Centra organizaciones privadas y públicas del sistema ciencia-tecnología-empresa en un mismo territorio.
Vincula a los principales agentes del sistema de innovación (empresas, universidades, centros de investigación, centros tecnológicos, sector público entre otros) y facilita su conexión y transferencia de conocimiento y promoción de I+D+i.
Incentiva el crecimiento y la creación de industrias basadas en el conocimiento.
Brinda servicios y facilidades para la creación y el crecimiento de empresas innovadoras y tecnológicas.
Así como el ejemplo de Silicon Valley (Standford University, 1951), también existen otros casos exitosos como The Route 128 (Massachusetts Institute of Technology – MIT, a comienzos en la década de los 50 y boom a partir de los 70), que se caracterizó por la creación espontánea de una gran cantidad de empresas de alta tecnología ubicadas mayormente a lo largo de la carretera Route 128. Asimismo, Cambridge Science Park (Trinity College, 1970), pionero en Europa y que llegó a jugar un papel importante en el desarrollo de la zona a partir de los años 80.
Figura 2: Vista aérea del Cambridge Science Park
En el caso de América Latina, la promoción de la innovación a través de estos parques no ha sido ajena, pues en menos de 20 años se ha pasado de cero a casi 150 en diferentes estadios de desarrollo. Como se aprecia en el siguiente gráfico, Brasil (22 operativos, 31 en proceso de implementación y 11 en proyecto) y México (21 operativos, 7 en proceso de implementación y 7 en proyecto) son los países que más resaltan con amplia ventaja, siendo todo lo contrario el caso de Perú (6 en proyecto).
Gráfico 1: Número, dimensión e iniciativa de los PCT en América Latina (2012)
Sobre el caso peruano, los proyectos de PCT se encuentran en los departamentos de Arequipa, Lima, Piura y La Libertad, todos con diferentes niveles de avance. Dos iniciativas en marcha resaltantes son los proyectos del Parque Científico Tecnológico y Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) de 45,23 ha y el Complejo Científico Ecológico Académico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) de 103 ha; ambos a localizarse en el distrito de Santa María del Mar.
Si bien es cierto la creación de los PCT son ampliamente utilizados para promover la innovación, no necesariamente implican que sean viables y que causen un impacto económico positivo. Un estudio realizado por el BID (1) sobre los PCT en América Latina concluye lo siguiente:
Los resultados ponen de manifiesto que en América Latina las políticas de PCT están lejos de conseguir sus objetivos y que el impacto de los parques —salvo raras excepciones de parques asociados a centros de investigación punteros y cercanos a grandes aglomeraciones urbanas con una masa crítica de empresas innovadoras— es en gran medida muy escaso, tanto a nivel local como agregado. (Rodríguez-Pose, 2012)
La mayor dificultad se encuentra relacionada a la poca demanda de los PCT por parte de las empresas, dado que no observan un valor añadido por el hecho de instalarse en el parque. Esto principalmente por dos razones: (i) Incorrecto uso del término PCT, pues varios son en realidad incubadoras de pequeñas y medianas empresas e (ii) Inadecuada ubicación geográfica del PCT, pues se encuentran en zonas en donde no existe una masa crítica de centros y empresas innovadoras (Rodríguez-Pose, 2012).
En conclusión, los PCT pueden ser una alternativa para la política de innovación de los países si son implementados adecuadamente. Experiencias internacionales muestran que pueden ser una herramienta para el desarrollo económico territorial en base al conocimiento. Aunque el Perú aún no cuente con un PCT implementado, es una oportunidad para que los actuales y futuros proyectos tengan en cuenta dos aspectos importantes que favorecen al éxito: la presencia de centros científicos y de innovación de alto nivel y la presencia empresas innovadoras; quienes deben crear redes y flujos de difusión del conocimiento.
¿Más información? Mira el «detrás de cámaras» de cómo funciona un PCT:
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Notas
1/ Dada la ausencia de información cuantitativa sistemática y comparable para todos los países, la evaluación del impacto de las políticas de PCT se basa en métodos cualitativos, incluyendo encuestas y entrevistas en profundidad a promotores de parques, funcionarios involucrados en este tipo de políticas, y académicos y estudiosos del tema.
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Bibliografía
Cendoya, M. (2014). Evaluación de Parques Científicos y Tecnológicos en el Perú. Lima: CONCYTEC.
Rodríguez-Pose, A. (2012). Los parques científios y tecnológicos en América Latina. Washington D.C.: BID.