Lunes 4 de Junio
1:40pm
Llegó a mi casa luego de terminar la clase de Métodos de Análisis Cualitativo y Cuantitativo y empiezo a revisar mi facebook donde veo la opinión de Alonso Tufino sobre el artículo que le he mandado para la “Revista Focus” y su respuesta es “interesante”. Ni bien leí ese comentario, me he sentado a escribir un nuevo artículo porque el primero yo no lo había escrito. Fue mi “súper yo” donde mi conciencia primó al escribir “lo correcto” o lo “adecuado” yendo en contra de mi característica… decir lo primero que se me cruza por la mente así que empiezo a escribir un nuevo artículo.
Recuerdo que Alonso me dijo que escriba desde mi perspectiva de docente para los estudiantes de Gestión así que es fácil elegir un nuevo tema para el artículo… “los estudiantes de Gestión” lo cual implica explicar cómo llegué a la Facultad de Gestión y Alta Dirección. Era fines del 2007 cuando me llaman de la FGAD para ser entrevistado por el Presidente de la Comisión de Gobierno, Dr. Hellan Jaworski. Para ser docente de Gestión pasé por dos entrevistas y así fui seleccionado para enseñar el curso de “Métodos de Análisis Cualitativo y Cuantitativo”, el “original”. Lo primero que me llamó la atención fue la calidad humana y profesional del equipo de la FGAD, se encontraba Fabricio Franco, Elizabeth Vallejos, Cecilia Taboada y Oscar Flores.
El primer grupo de estudiantes a quienes enseñé fue la promoción del 2008 – 1, una promoción muy querida porque varios de ellos fueron mis estudiantes cuando enseñé por primera vez el curso de Realidad Social Peruana en Estudios Generales Letras. Dicha promoción tuvo la misma cualidad que tenía el personal de la FGAD: la mezcla de lo mejor en lo profesional (en este caso, lo estudiantil) y lo personal. Irónicamente, también fue el primer grupo en llevar el curso de Informática Aplicada a la Gestión (curso electivo de último año de la carrera) y tiene una singularidad nunca antes vista, una estudiante llevó primero el curso de Métodos de Análisis Cualitativo y Cuantitativo de Facultad y al año siguiente llevó el curso de Realidad Social Peruana … no lo entienden? Créanme, yo tampoco. Recuerdo que la última semana de clases cuando eran las exposiciones grupales el Grupo Cala realizó una gran exposición y otro grupo al terminar de exponer salió fuera del salón a realizar un “compartir” lo cual me llamó poderosamente la atención porque eso hablaba de la gran amistad que se había formado entre ellos – es una lástima que uno de los estudiantes, hoy ya licenciado, a quien vi en dicho grupo hoy señalé que hubo un “complot” en su contra para que no asuma determinado “cargo” cuando fue él mismo quien una vez señaló que la base para seleccionar a alguien para un cargo es la “meritocracia” al referirse a la selección de Susana Baca como Ministra de la Mujer y Desarrollo.
Para el 2008 – 2, los estudiantes tuvieron una singularidad. Por primera vez veía como un grupo de estudiantes discutía en plena exposición de su trabajo final. Puede sonar negativo pero, al mismo tiempo, salía a relucir quiénes sí habían trabajado y quiénes no. En el 2009 – 1, llega un grupo a quien “torturé” durante su permanencia en la universidad porque fui su docente en cuatro cursos (como algunos de estudiantes del grupo “Cineplanet”). Algunos de ellos ya son licenciados y otros están pronto a licenciarse y no tienen idea de la felicidad que me embarga como docente al verlos sustentar sus tesis y terminar con todos los honores su carrera. El 2009 – 2 fue un grupo muy formal y responsable… algunos dirán “ya pues suelta algo”, ok. Recuerdo que en la exposición final un grupo de chicas se encontraba en el cuarto piso del Pabellón H y el salón estaba en el tercer piso y les tocaba exponer y tuvieron que “correr” en tacos al salón de clase. Qué agilidad. También estuvo el grupo “religioso” los cuales analizaron el tema de cómo la religión influía en una organización – una novedad en los temas a investigar en el curso.
El 2010 fue otro año especial pero agridulce a la vez. Conocí en las aulas a un grupo especial de estudiantes porque sus cualidades personales resaltaron desde el primer momento lo cual combinado a su rendimiento académico hicieron la mezcla perfecta. Grupo como los “drogos”, “vive la vida”, “que viva la vida” – disculpen pero nunca di con el nombre correcto – o los “metódicos” y otros más son un claro ejemplo de lo que señalo. Sin embargo, en este año, surge por única vez el sinsabor de hechos que uno debe de asumir. Dentro del proceso de aprendizaje, como persona y profesional, uno se puede equivocar y rectificarse. Claro, uno asume su responsabilidad pero no la de otros. Lo irónico fue que decir toda la verdad a tres estudiantes, Karina, Andrea y Jorge, me ha permitido desde ese momento considerarlos “verdaderos amigos”. Finalmente, el 2010 – 2 fue el último semestre en que enseñé el antiguo “Métodos de Análisis Cualitativo y Cuantitativo” el cual fue reestructurado para el siguiente año. Por dicho motivo, dicha experiencia con dicho grupo de estudiantes es un recuerdo que siempre me saca una sonrisa.
En el 2011 sentí la “pegada” de “estar envejeciendo en el aula” porque la forma de cómo algunos estudiantes se expresaban no me permitía entenderlos. Poco a poco fui comprendiendo algunas nuevas “palabras” o “expresiones” para descifrar qué querían decir y, también, me animé a decirles a los estudiantes de manera amigable y coloquial que si no responden a la pregunta “que tomen el ascensor y se lancen del piso 11 del Mc Gregor” y que los docentes no “jalamos” a los estudiantes porque son Uds. mismos quienes son unos “kamikazes”. Además, el número de asesorías se elevo a la “n” debido a que los estudiantes de Plan de Negocios y Asesoría de Tesis se acordaron que existía y solicitaban asesoría tras asesoría. Líneas aparte es mi primera experiencia “formal” como Asesor de Tesis – públicamente agradezco la confianza depositada por Gerardo el cual me abrió las puertas a asesorar a futuros tesistas.
El grupo de estudiantes del 2012 me siguen expresando sus “dudas existenciales, filosóficas”, “paltas”, “noicas” y demás. Además, ya existen algunas anécdotas para contar como cuando veo que sonríen a la pantalla de la PC en el laboratorio y los sorprendo en el facebook al poner sus fotos en el proyector para que todos los de la clase veamos sus fotos y así se vean obligados en prestar atención. Recuerdo la foto de una alumna vestida de gata, es decir, disfrazada de gatubela.
Finalmente, un párrafo especial es la primera promoción de la FGAD, la del 2007, a quienes no tuve el gusto de enseñar el curso de Métodos. Conocí a algunos estudiantes de dicha promoción al enseñarles el electivo de Informática Aplicada a la Gestión y pude confirmar los buenos comentarios que algunos docentes realizaban sobre ellos. Cabe precisar que algunos de ellos fueron o son mis Jefes de Práctica del curso de Métodos y sus cualidades resaltan en todo momento.
Parte de esta forma de enseñar tuvo como consecuencia varias anécdotas a las cuales he denominado “tinterilladas” – algunas ya las he mencionado. Son varias pero mencionaré tres muy llamativas:
- Al momento de la exposición final grupal, una estudiante de dicho grupo me pide conversar fuera del aula. Salimos y le pregunto qué sucede y, sorpresivamente, la estudiante empieza a llorar sin control. Me quedo sorprendido… nunca había vivido tal experiencia. La abrazó pensando “algo le pasará a ella o a algún familiar, posiblemente es una enfermedad” mientras ella seguía llorando le pregunté “¿qué sucede?” y ella me dice que “rompió con su enamorado con quien estuvo desde el colegio”. ¿Ya se pueden imaginar lo qué pensé… no?
- Otra anécdota es cuando un grupo me solicitó una asesoría para que le explique el trabajo grupal final. Me pasé 30 minutos explicándole a detalle lo que debían hacer. Ya terminaba la explicación y digo: “Y si hacen todo esto su trabajo será…” y una de las integrantes del grupo dijo “REGIO”. ¡PLOP!
- Calificaba el Examen Final de Métodos y Uds. que han sido mis estudiantes saben que leo todo. Empecé a leer la parte que es para borrador dentro de un examen y un estudiante había escrito: “¡No sé nadaaa!”, “Me va a jalar”. Su inconsciente lo había traicionado y había escrito eso y, lo peor, fue que lo leí y, obviamente, jaló el examen.
Algunos al leer estas líneas estarán criticando – inclusive algunos ya lo han hecho – lo que escribo y que mi forma de enseñar sea “horizontal” permitiéndole al estudiante que me llamé por mi nombre o que me señalen como el “profe”. El motivo de dicha forma de enseñar tiene varios motivos:
- Mi experiencia como estudiante en EE. GG. LL, varias veces que quería realizar alguna pregunta y no lo hacía debido a que, en ocasiones, algunos docentes me intimidaban y me quedaba con mis “dudas eternas”. Ahora que estoy al otro lado de la orilla, no olvido “cuando la vaca fue ternera”. Lo cual se reafirma con las sabias palabras del maestro Luis Jaime Cisneros quien varias veces recordaba sus primeras experiencias como docente y cómo a partir de un clima de confianza es que los estudiantes podrán sentirse más cómodos en realizar sus preguntas y tendrán la respuesta a aquello que no entienden.
- Mi experiencia como estudiante en la especialidad de sociología. Mi promoción fue de 6 estudiantes y en el mejor de los casos hubo clases con otras promociones siendo la clase para 15 estudiantes. En casi todas las clases, los docentes propiciaban un clima de confianza que permitía que los estudiantes pregunten con confianza sus dudas. Esas son las ventajas de una especialidad de muy pocos estudiantes. Y aquí quiero precisar que cuando uno trabaja con alguien no sólo debe ser porque la persona cumple con todos los aspectos profesionales. Eso es un requisito que se da por hecho. El agregado indispensable, desde mi humilde opinión, es la calidad de persona con quien trabajo. Recuerdo las clases en sociología cuando el Ex Decano Dennis Sulmont señalaba que el mejor equipo de trabajo es la combinación de lo mejor en lo profesional y humano de cada trabajador.
Por lo tanto, si existen algunos que me tildan de “chibolo” por mi forma de enseñar debo de decirles categóricamente, como lo diría Cerati, ¡GRACIAS TOTALES! porque estoy convencido que un clima de confianza permite que los estudiantes pregunten y así responder a sus dudas. Es así que deben de tener la seguridad que seré un eterno “chibolo” porque cumplo mi función de docente no restándole calidad a mi enseñanza por la forma en cómo lo hago sino que mi lado humano me lleva a desarrollar un clima de confianza y respeto con mis estudiantes.
Por lo tanto, lo humano es igual de importante o más que los conocimientos para el “quehacer profesional” siendo pieza clave en cualquier proceso de gestión los principios y los valores del profesional porque la organización de la cual uno es parte, o será parte, debe tener como finalidad generar bienestar para quienes conforman la organización y para la sociedad. En consecuencia todo proceso de gestión así tenga los mejores objetivos o el mejor de los resultados si tiene cualquier tipo de costo humano… no sirve.
La mayoría de Universidades se enfocan en el aspecto académico pero son pocas quienes la complementan con la formación “humanista” como lo hace la Pontificia Universidad Católica del Perú. En nuestra casa de estudios, la carrera de Gestión, aunque suene vanidoso decirlo, es una carrera “multidisciplinaria” porque abarca aspectos importantes de diversas especialidades como derecho, economía, administración, sociología, entre otras. Por lo tanto, los estudiantes de Gestión tienen cualidades que les permite ser excelentes profesionales y mejores personas.
Hoy, jueves, 7 de junio, ha terminado el Interfacultades con la noche cultural y la experiencia que he vivido estos días al estar con los estudiantes ratifica lo escrito en el artículo. Antes que nada, mis felicitaciones a los miembros de CEGAD quienes se desvelaron en organizar a los estudiantes de Gestión para el Interfacultades. De igual manera, saludo a quienes sudaron la camiseta participando en algún deporte o en la barra.
Todos los estudiantes de pregrado, egresados y licenciados (aplaudo la presencia de quienes ya terminaron sus estudios y aún se identifican con el “tiburón” y fueron al Polideportivo a ver a las nuevas generaciones) que se hicieron presentes en el Interfacultades son una clara señal de nuestra “identidad” como Facultad y la mejor respuesta fue cuando en el inicio de las danzas los estudiantes empezaron a gritar “¡Queremos Facultad!” aludiendo a que se requiere la construcción de un Pabellón para la FGAD.
Mi último reconocimiento es a quienes bailaron y pese a las adversidades lo hicieron excelente. Un consejo para el próximo año… que la danza sea con banda en vivo (y que toquen fuerte) porque por 3ra vez en la noche cultural se va el audio en nuestra presentación y, además, todos nosotros llevaremos velas porque fácil nos cortan la luz – permítanme ser irónico.
A seguir adelante en la construcción de nuestra Facultad porque los estudiantes colaboran en ella con todas las actividades que realiza el CEGAD para y hacia los estudiantes, los estudiantes involucrándose en ellas, los docentes enseñando y las autoridades guiándonos en un proyecto que involucra todos.
¡Eso es Gestión!
Armando Lanegra Viteri